La respiración normal durante el sueño
Para entender por qué se producen dificultades en la respiración que pueden afectar la calidad del sueño y la salud, es necesario conocer en primer lugar cómo es la respiración normal.
Si bien durante el sueño los procesos se realizan a un ritmo más lento que al estar despiertos, el mecanismo de la respiración es el mismo.
El aire entra por las fosas nasales, donde comienzan las vías respiratorias superiores. De allí pasa por la garganta (faringe y laringe) y sigue su camino por las vías aéreas hacia los pulmones. Cuando estas vías respiratorias son lo suficientemente anchas para permitir el paso libre del aire, se respira normalmente.
En su camino a los pulmones el aire pasa por la zona de la garganta donde se encuentran diferentes tejidos: el paladar blando, la úvula (campanilla) y la parte posterior de la lengua. Los músculos de la garganta mantienen a estas estructuras firmes, de modo que las vías aéreas están abiertas y permiten el paso del aire sin dificultades.
Al dormir, si bien los músculos se relajan levemente, se mantienen lo suficientemente tensos como para mantener abierta la vía aérea y respirar libremente durante las horas de sueño.
Si los músculos de la garganta se relajan demasiado, los tejidos blandos se aflojan y pueden cerrar parcialmente las vías respiratorias. En esas condiciones resulta más difícil respirar, el aire no puede pasar libremente y pueden provocarse los ruidos característicos de los ronquidos debido al movimiento y vibración de las estructuras respiratorias.
Abrir las fosas nasales permite el pasaje libre de aire, y se evitan las inhalaciones forzadas que hacen vibrar a los músculos de la garganta. Esto es lo que logran hacer los tubos nasales NASIVENT®; mantienen abiertas las fosas nasales y mejoran la entrada de aire a las vías respiratorias durante el sueño.
De esta forma simple se logra una respiración libre y fluida que no interrumpe el sueño y permite un descanso profundo y reparador.
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